viernes, 10 de noviembre de 2023

Último intento vigente para siempre

La única cosa que no tiene solución en la vida es la muerte. Y eso que la muerte, según como me enseñaste a ver la existencia, es transitoria. El resto de cosas, para mí, tienen arreglo. Siempre. Siempre existe la posibilidad de arreglar algo, de encontrarle una solución, solo que no lo hacemos todas las veces porque interfiere el ego, el olvido, el orgullo u otros intereses. Pero la posibilidad siempre existe en sí misma.

Hago este nuevo intento, quizá el último porque no necesito más, este será vigente por el resto de mis días. Creo que no puedo desnudarme más al decirte que vos sos la mujer de mi vida, que te esperaré incluso si has de decidir darnos una oportunidad un día antes de mi muerte. Y no me malinterpretes, mientras te espero aceptaré todo lo que la vida me ofrezca, y si muero y nunca llegas tampoco pasa nada, te buscaré en la siguiente. Tampoco lo tomes como un chantaje o un reclamo, ya te lo he dicho, para mí el amor es libertad. Solo quiero que sepas con cruda honestidad y literalidad, desposeída de analogías, que no importa cuántos años o cuantas vidas pasen, sos la persona de mi vida, de mis vidas.

Lo sé porque, psicología aparte, aprendí a aceptar el don de los sueños, y a través de ellos he sabido, de alguna manera que aún no preciso, que hemos tenido que ver en otras épocas. Igual, si esto te suena poco creíble y prefieres la simple actualidad, tienes que saber que esto tampoco es producto de un duelo no tramitado, o que me quedé anclada en una obsesión (que nunca existió), esto es una decisión trascendental después de haber sanado, de haber aprendido a estar en soledad, incluso disfrutarla, después de que efectivamente el castillo de naipes se cayó completamente y decidí no volver a construirlo, después de saber que a mis ventitantos ya tengo los referentes suficientes como para saber con quién quiero compartir mi vida, es decir, que yo ya gozo de completud por mí misma, pero que sé que todo eso que hago sola con total plenitud, quiero hacerlo con vos. Eso es el amor, querer hacer con una persona específica todo aquello que ya sabes hacer y disfrutas en soledad en el día a día.

Yo sé que esto se lee exagerado, fantasioso, quizá un poco maníaco, pero tú bien sabes que mis palabras no son impulsivas, detrás de ellas hay meses de reflexión. Te dije hasta nunca no porque quisiera, sino porque mi orgullo me decía que me estaba quedando sin cartas por jugar y elegí la vía fácil. Tal vez esta sí sea la última carta, no importa, la juego contra todo pronóstico, contra todos los hechos y pruebas, porque tal vez sea el último recurso que me queda para comunicarme contigo, y hablar, porque como dije al principio, todo tiene solución menos la muerte.

Estoy segura que algún día leerás esto porque elegí creer en algo más que los aburridos hechos fácticos, solo espero que para cuando lo hagas mis palabras en algo te toquen. Está en tus manos lo que desde las mías te entrego.


Te ama siempre,


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