sábado, 5 de septiembre de 2020

Óxido

Han pasado ya varios días en los cuales he perdido la cuenta de cuantas veces he leído todo esto aun cuando dije al principio que no volvería a hacerlo. Lo leo varias veces por dos razones: la primera, por perfeccionista; la segunda, para estar segura de querer decir lo que digo. Y sí, estoy segura de todo lo que he dicho. No quiere decir que no haya reflexionado sobre algunas cosas, por supuesto que lo he hecho.

Dije hace un par de meses que en ocasiones el tiempo me parecía lo mismo que el oxígeno: necesario pero corrosivo. Hoy, 5 de septiembre, puedo decir absorta en mi total ausencia de motivación que ya no tengo más palabras para vos, que en efecto algo cambió de forma definitiva, algo se ha corroído, se ha desgastado, se ha oxidado, de manera que lo único que me falta por hacer es despedirme de una vez por todas para dejarnos en paz y no seguir siendo, como dice Lacan, sujeto dividido por la palabra.

Que todas las deidades me den el valor de verte otra vez y entregarte esto. Nada más qué agregar.



Te quiere,

No hay comentarios.:

Publicar un comentario